lunes, 19 de septiembre de 2011

“Y volvemos de nuevo a…”

Ayer, domingo muchos sino todos los colegas docentes retomamos la libreta de teléfonos para comentar el inevitable momento que supone el término de las vacaciones: el regreso a clases. Sí, ya terminaron las vacaciones. Se suma a nuestra hoja profesional otro año de experiencias y desafíos que hemos comentado a lo largo de todos los meses sobre lo que se supone ser maestro, padre de un escolar, comunidad educativa en general.
Comentaba en julio el triste espectáculo de representantes que no estructuran límites coherentes en sus hijos en relación a sus obligaciones escolares, estimulando un resentimiento contra sus maestros ignorando que mañana no serán éstos sino la sociedad la que les exija y reclame un papel, un rol, un deber y hasta derechos ajustados a las normas presentes y evidentemente defraudándole sobremanera dado que jamás se hizo responsable de sí. En tal sentido, volvemos de nuevo a la promoción de responsabilidades asertivas para el logro de objetivos individuales y colectivos y proyecten sus vidas en un entorno que pide a gritos ciudadanos comprometidos y progresistas.
Volvemos de nuevo a sentarnos con los padres y madres para atender sus inquietudes, asentar tratos que nos hagan socios que incentiven y recompensen al trabajo, al estudio, a la vivencia de valores. Volvemos de nuevo a propulsar en nuestros estudiantes la pasión por una vida de conocimientos certeros y conductas honestas, a impulsar en ellos la alegría del saber y la desdicha de la ignorancia, a inspirarlos a transcender para que sus huellas sean faros del mundo, luz de sus comunidades. Volvemos de nuevo a procurar encuentros entre todos para que las verdades sean siempre frontales y el respeto sea mutuo, se aleje la desconfianza y haga crecer la hermosa semilla de la unión y fraternidad.
Volvemos de nuevo a llamar la atención a ese compañero, a ese colega que busca desanimar con su flojera, a contaminar con el pesimismo, a agredir con su amargura para que se convierta en un líder efectivo con tan sólo dar oportunidad al otro que tiene a su cargo y vea en ellos su propia trascendencia y admire cuánto es capaz de hacer, al fin y al cabo, nuestras obras son cada una esas almas que a diario Dios nos permite tocar para moldearlas o destruirlas, otros serán testigos (y nada clementes seguro) de lo que cada docente hace o deja de hacer. Volvemos de nuevo a juntar nuestras manos para sembrar un mundo mejor, una escuela mejor, una persona mejor, cuyos frutos sea orgullo Divino y satisfacción entera.
Volvemos de nuevo a alimentar nuestras esperanzas porque se presentan diez meses más para construir una patria honesta, solidaria, desarrolladora de la creatividad, generadora de paz y amistad, en ambientes controlados (si acaso desea experimentar metodologías, estrategias, planes y proyectos), en aulas, en grandes o pequeños patios, llenas de mentes abiertas y ávidas de saberse presentes en un planeta que ya comienza exigir presencia activa, ecológica y más humana.
Volvemos de nuevo confiados en Dios y la Virgen Santísima Auxiliadora para animarnos y mantener en cada uno de los responsables de niños, niñas, adolescentes y jóvenes esa llama resplandeciente que todos llevamos dentro y del cual no debemos temer para irradiar de amor y querer nuestros espacios!! Bienvenidos todos y todas!!!!!! 

jueves, 2 de junio de 2011

¿Qué estamos criando? (Parte II y seguimos)

En el anterior artículo se exponía la compleja situación que hoy significa la formación de los niños, niñas y adolescentes en los hogares y que tiene una tremenda repercusión en nuestras aulas. Observamos con preocupación cómo algunos padres (aunque otros dirían muchísimos padres) no logran consolidar en sus hijos hábitos importantes que les permita proyectarse con éxito en la sociedad que les recibe (y con mucha preocupación). Padres llenos de culpa, indiferencia, superficialidad, egoísmo o alguna otra justificación personal, bien psicológica o espiritual, abren a los hijos caminos plagados de irresponsabilidad, falta de compromiso, irrespeto, indolencia, desatención y una larga lista que ya es harto conocido por todos. No queremos insistir en ello, sino más bien impulsar conciencia de lo que se está haciendo y comenzar a construir un verdadero camino de luz, trascendencia, y sobre todo amor.
Nuestra juventud, y corriendo el riesgo de generalizar, no posee hábito alguno que le impulse a crecer y lo ayude a creer en sí mismo. Es una aseveración dura sin duda, pero resulta agobiante observarlos unas cuantas horas: desarreglados (y ellos creen que estar arreglado es aplicarse cantidades exageradas de gelatina con cortes extravagantes, pantalones y franelas cosidas ajustados al cuerpo, maquillajes exagerados, varones con zarcillos o cejas “sacadas”, hembras con zarcillos estrambóticos; y leáse esto como la imagen para ir a la escuela, no imagino a una fiesta), cuadernos maltratados, sin lápices (y según el padre le compra cajas y cajas para que “no moleste”), no saludan, tratan con golpes a los y las “amig@s”, nada amables y hasta amargados algunos pero están bien de la boca para afuera. Les inquieres qué le sucede y adivinen la respuesta: NADA! Pareciera que su mente realmente está nadando de un lado a otro como sin destino.
Les he preguntado con vehemencia qué debe ocurrirles para asumir las riendas de su propia vida a lo cual hasta la fecha no he obtenido respuesta alguna. En este sentido, he querido presentar a los lectores una serie de hábitos que estupendamente ha descrito Covey (2009) en el libro de los “Siete hábitos de los adolescentes altamente efectivos”, libro que recomiendo ampliamente para que podamos ayudar a nuestros chicos y chicas, no como un receta infalible sino como ideas que encaucen tan poderosa fuerza que les caracterizan. Nuestros jóvenes enfrentan una serie de situaciones con las cuales es difícil luchar si no tenemos claridad en nuestro espíritu y sobre todo fe en Dios. Requiere se le apoye, se le oriente con amor y disciplina, se le respete con amabilidad. Debemos incentivar en ellos (y explicaremos próximamente) estos hábitos: ser proactivo (que controle su propia vida), establezca metas reales y factibles ajustados a su misión de vida, priorice los asuntos (urgente e importante)  que le conduzcan al éxito, piense de manera solidaria y respetuosa en sus relaciones con los otros (ganar-ganar), mantenga empatía con los demás y aprenda a escuchar certeramente, mantenga actitud sinérgica y resiliente (no se asuste es sencillo), potencie sus habilidades con pasión y por último aprenda a escucharse a sí mismo, “atienda su voz interna” y se haga indispensable para construir un mundo mejor! Pasos sencillos que en el siguiente artículo reflexionaremos cómo llevarlos a cabo. Angelgr31@gmail.com

¿Qué estamos criando? (Parte I)

Recientemente en nuestra institución se entregaron boletas de calificaciones correspondientes al segundo lapso y por supuesto ese evento significa grandes satisfacciones para unos y para otros enormes decepciones por la labor realizada por los hijos, padres cuya sonrisa era notable por el progreso positivo del suyo y otras que escondían un dejo de rabia como si deseara tener un poder especial que le hiciera aparecer al hijo y darle su reprimenda allí mismo. Algunas como la mamá de Brayalin quien se acercó sincera admitiendo que su hija a pesar del reposo salió muy bien y estaba orgullosa de ella. Otras, como muchas, engañadas por las manipulaciones de sus “santos”, no admitían las deficiencias de ellos a pesar que ellas hacen “lo imposible” para que estudie y “vaya bien” en la escuela (leáse, no asigna responsabilidades en la casa para que sólo se cultive…según…de flojera dirían muchos).
Estas señoras en particular se caracterizan por ser las madres que piensan en que los hijos no deben hacer nada en la pensión (Mella, 2010), perdón, en el hogar que dicen llevar. Le llamamos pensión a aquel lugar en el que los niños y jóvenes sólo se encuentran en ella para que la madre-esclava-cachifa le sirva alimentos, lave la ropa, atienda a los amigos mientras los “santos y santas” ven tv, chatean horas y horas por teléfono o internet, duermen y por supuesto “ignoran a los padres”, pues ellos son realmente una molestia, según palabras propias de un alumno: “sería espectacular que mi papá se encontrara pegado a la pared con un dispositivo parecido a las tarjetas de débito: sólo me dé real (entiéndase dinero)”. Usted dirá que es una exageración del profesor pero lo escuché y no se trataba de un padre maltratador si acaso pensó que por ello merecía estar en la pared.
Vivimos tiempos complejos en la formación de chicos y chicas. Es cierto. Es duro para llevar adelante la consolidación de un hogar enfrentado a un enemigo poderoso como es la ignorancia del uso de los medios de comunicación. Es inconcebible por tanto hoy una persona piense que el hecho de no “hacer oficios en la casa” es la mejor manera de formar a un niño o joven como un hombre o mujer de trabajo. Una sociedad de “todomelomerezco” que acabará con todo recurso existente pues son especialistas es despilfarrar lo que no les cuesta y nadie le advierte de esos costos. Quienes se atreven a advertirle, aconsejarle, orientarle son unos “cansaos” es decir, unos fastidiosos y entrépitos de su ritmo (no se cual si sólo es sedentarismo extremo y activo) que le repetirán lo que supuestamente ellos saben pero no hacen porque sencillamente nadie los obliga dado que igual tendrán “lo que se merecen”: dinero, tiempo libre y lista interminable de exigencias superficiales como dignos títeres del consumismo que los maneja.
Reflexionemos urgentemente pues estamos a tiempo de tomar las decisiones correctas que hagan de nuestros hijos, trascendencia nuestra en el mundo, personas útiles y honestas, proactivas y resueltos. Seguiremos en la próxima semana. Email: angelgr31@gmail.com

lunes, 25 de abril de 2011

Cordiales saludos

¿Dónde se compra tiempo?

Ludexi Rodríguez 

Carlos..."Quien trasciende en su Obra y Misión de Vida muere sin perecer, tiene presencia eterna". 

La vida es más vida cuando la perdemos, ¡incoherencias! cuando se nos va, lo comprendemos de golpe tomando su verdadera dimensión hasta la última fibra de nuestro ser, sólo cuando nos toca, afectándonos en nuestros sentidos, nos llega al alma, y son muchos quienes descubren que las tienen, tanto vida como alma... cuando ya las han perdido. 

Vivimos y creemos que todo es superficial, que todo puede esperar, no tomamos en cuenta lo que en realidad la conforma, cómo la construimos, deshumanizándonos al no querer entender lo fugaz de un trayecto que debemos erigir bien y, angustiosamente no sabemos cuánto es ese "pedazo" destinado, cuántas vidas perdidas en insignificancias, guerras y rencores, es a través de las lágrimas de dolor cuando "vemos" lo que antes sobredimensionamos por incomprensiones y malos modos de conductas, no comprendiendo que están precisamente, "tales afectaciones" para superarnos como personas útiles para lo bueno que la vida ofrece. Ponderemos y tributemos lo mejor de nuestro ser a fraguar y modelar una existencia en el amor para favorecernos junto a quienes nos siguen, preguntémonos ¿para qué estamos realizando el trayecto? Al efectuar un viaje, inmediatamente suponemos cosas. ¿Quién nos acompañará? preocupados, expectantes organizamos todo, deseamos la mejor ruta, rogamos por la pericia del piloto, el buen tiempo; con la máxima aspiración de que retornaremos a nuestros lugares de destino, siempre! sin "ver" que son subviajes, pequeñas porciones del gran viaje final. 

Cuesta tanto entender que "eso" exactamente es cuanto debe acontecer: organizarnos una buena vida! regalo magnífico que supone este "viaje en duración impredecible" mientras Dios mantenga en nosotros el boleto hasta cuando lo disponga. Asumamos lo pequeños que somos, el hermoso préstamo del cual disponemos, rindámoslo al máximo con vivencias nutrientes, de lo bello que tiene este mundo dotado de gran naturaleza, devolvamos más de lo mucho recibido para hacernos grandes. Empeñémonos en ser útiles, (más damos, más recibimos) seamos comunes a la capacidad de servicio, superación, ejemplo de concordia, ayuda al hermano, plantar árboles, si c/u lo hiciera cuánta vida más sana tendríamos, sólo a unos pocos dejamos tan majestuosa tarea. 

Nos malgastamos en guerras, ¿por qué? Si no hay tiempo! Derrochamos momentos preciosos! ¿Acaso se pueden comprar? Hagamos de nuestro tránsito un monumento de gracias. Comprensión y retribución a quien nos lo concede y a quienes destinó como compañeros de viaje; padres, hijos, abuelos, sobrinos, primos, por la pareja que nos predestinó para formar una familia; por los amigos: hermanos que elegimos, por el desconocido que llega sin ser casual; con gozo extraigamos en paz y amor fraternal hasta la última gota del pasaje para dejar honda huella, bendecidos en la dignidad divina. 

Miremos siempre a los ojos, cristalicemos en hermosas obras la vida, los inconvenientes serán menos si obramos con fe. Creamos nuestra propia fatalidad si nos alejamos de quien nos dio muestras sublimes de amor. Al partir se sobrepone lo bueno por nuestra condición humana y qué fácil se borra lo malo, y no antes por obstinados; neguemos esas ideas de creernos poderosos, tan fuertes y creídos que no sumamos; vislumbremos ser solidarios para fuerza del débil, no confundir debilidad con soberbia y malcriadez, humildes nos acercamos más a Dios. 

Permítaseme, ahora que podemos...Díganle a quienes les rodean, que los quieren, a quienes aman, demuéstrenselo siempre, alienten al enfermo, socorran al caído, acompañen a quienes despiden a sus seres queridos y vayan con frecuencia, más de la que quisieran a la Casa de Dios....es más tarde de lo que creemos. 

A quienes con nosotros estuvieron; mi padre, hermanos, hijos y familiares queremos darles infinitas ¡Gracias! son los instantes que hoy nos tocaron vivir cuando se impone la afectuosa solidaridad y compañía, es ese cálido abrazo auxilio en el frío ineludible que arrasa de dolor el corazón, lo devolvemos con cariño y gratitud por acompañarnos a despedir a nuestro adelantado viajero. "Señor, llévanos donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten ganas de vivir, donde falte la esperanza, donde falte la alegría simplemente por no saber de Ti".


 

 

 


Lic. Angel González Rodríguez

MPPE -  - UNEFA

0416-1990925
PIN: 23E29457
2011
Conocimiento, Amabilidad y Trabajo


"Un solo árbol no hace oasis... pero no te dejes vencer..."

Hace días conversaba con el amigo Nectario sobre la situación del compromiso docente en los últimos años dentro del sistema educativo y resultó alarmante la situación debido a la aparente apatía y poca voluntad para emprender innovaciones en el aula y promover valores, en la escuela, en la comunidad. No es un tema nuevo pero sí siempre necesario insistir de tal manera como decía una ex directora "como una gota de agua que horada al concreto".

Ciertamente, es difícil hacerle entender a una persona su obligación si acaso no está consciente que la tiene con el entorno, podríamos en tal caso afirmar que la educación como proceso transformador ha sido un fracaso, y doble, si no ha despertado en la persona dedicada la docencia el espíritu de compromiso que debe caracterizarle en su ejercicio profesional. Entonces las frases comunes abundan como "siempre son los mismos" o "los tontos de siempre" o "ayyy Dios si es iluso cree va cambiar el mundo con lo que hace", todas ellas con el propósito de desestimar el esfuerzo de los que están claros en sus funciones. Ni se diga las que emiten los desubicados para descalificar el trabajo, por ejemplo "sí eres jalamecate chica!" (como si hacer el trabajo es una cuestión de agradar a otros de manera superficial) o "no seas tonta vale si nadie hace eso por qué vamos hacerlo nosotros" (porque seguramente las fallas de los demás son el marco ético de nuestras acciones, qué infeliz!).

Entiendo al colega cuando en un momento de su vida se detiene a pensar si realmente su trabajo vale la pena enfrentando tanta mediocridad en el ámbito educativo y no puedo sino animarlo a que no se deje vencer por ello. El impacto de nuestras acciones son fecundas en el futuro cercano, en ese mañana que se presenta con certezas si confiamos en lo que estamos haciendo en el presente. Es fundamental la revisión personal para ello, y nuestra alma esté impregnada de la pasión por hacer un mundo mejor y sobre todo sostenible no sólo en el uso de los recursos naturales sino en el aprecio justo y considerado al ser humano.

Hay un grupo gaitero llamado Los Colosales y tienen una canción espectacular llamada Huellas y pudiera considerarla un himno de motivación profesional por su mensaje tan certero, entre otras cosas canta "Vive la vida contento y satisfecho... realízate y progresa sin pararte que en cada profesión y en cada arte te hará feliz haciéndolo bien hecho... haz que tu ejemplo quede eternamente que sea por muchos años una guía... propaga con tu tesón la luz de tu buena estrella que vivir dejando huellas fortalece el corazón, lograrás satisfacción en cada paso que des y tendrás siempre a tus pies el aplauso y la razón". Por tanto, la labor de convertir a nuestro sistema, a nuestro país "en una posada hermosa", en un oasis es una causa que no debe desanimarnos si confiamos realmente en Dios para su acometida. NO TE DEJES VENCER Y HAGAMOS QUE NUESTRO EJEMPLO SEA FARO DE QUIENES NOS ACOMPAÑAN PUES EL "TIEMPO ES IMPORTANTE SI SE GANA Y SE DEDICA A UN SAGRADO DEBER"
!!!