lunes, 10 de diciembre de 2012

“…YO TENGO LA GAITA...”

Soy un gran admirador de las gaitas venezolanas, género nacido según relatan en la grande tierra de  Maracaibo en el estado Zulia y que nos llenan de alegría cada diciembre, aunque las que siempre escuchamos no representen sino una mínima parte de la inmensa riqueza musical que conforman esta expresión que alaba la cultura marabina o de nuestro país, que exalta a la bella Virgen de Chiquinquirá o simplemente entona protestas en contra de una forma de gobierno establecido (éstas últimas escasas en los últimos años por cierto) o de alguna situación irregular en la sociedad.
Entre esas, se encuentra una divertida gaita llamada El Reclamo que interpreta  el excelente Neguito Borjas con la Gran Coquivacoa que sin duda resulta un llamado a la conciencia nacional en relación a las  preferencias musicales pero que muy bien llama la atención en todas las áreas vitales del venezolano…"para el reguetton yo tengo una gaita mijooo" lo cual resulta una gran pancarta para promover los valores que nos caracterizan como patria. Resulta triste y hasta contaminante cómo actualmente los medios de comunicación relegan y hasta desprecian las autóctonas expresiones musicales por favorecer ritmos ajenos llenas de contenidos degradantes y ofensivos al espíritu humano, o sino  relatos de vidas miserablemente superficiales.
"Llamo al recato de la transculturación, para que a nuestra tradición le den un mejor trato…" continúa la canción al mejor ritmo gaitero reclamando la escasa proyección que dan a las gaitas con respecto a otros estilos… "sería muy grato que la gaita con gran difusión sonara en la radio como el reguetton o como el vallenato" se levanta como una ola fuerte intentando arrastrar la indiferencia en que está sumida la conciencia venezolana hoy ante el arrebato de espacios que son propiamente nuestros y que evidentemente pudieran ir socavando nuestra pertenencia a la cultura venezolana. Y así como la música hoy bien podría ser mañana los trabajos, las decisiones que nos afecten las que estarían en manos ajenas a nuestros intereses.
Me atrevería a afirmar que existe una influencia pérfida de esos ritmos tristes con los problemas que azotan a la juventud venezolana (sexo a temprana edad, violencia, discriminación, imprudencias, embarazo en adolescentes) y no se trata de restarle importancia a la relación directa que tienen estos asuntos que tiene la familia como responsable de sus hijos e hijas. Qué distinto sería que escucharan los ritmos atentos, amables y gozosos de los valores que presenta por ejemplo la gaita venezolana así como una atención esmerada de los padres y maestros (quienes muchos de ellos paradójicamente a veces están presos por la ignorancia y displicencia) hacia las inquietudes que hoy agobian a la muchachada.
Repiquemos las campanas al ritmo gaitero y este diciembre, mes de reflexión y dichas, sea oportuno asumir, defender y promover los elementos que nos caracterizan como familia de bienestar, como país de progreso y como parte de un planeta ecológicamente sustentable. 


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jueves, 15 de noviembre de 2012


Varias cosas al mismo tiempo...

Cada día es una maravillosa oportunidad para agradecer al Señor Dios por la oportunidad de respirar el nuevo día. Las mañanas adornadas con las pinceladas que da el grande sol en el infinito cielo son un gran aliciente para comerse al mundo en la jornada. Hace falta muchísimo optimismo para salir en paz a las calles nuestras hoy…y a nuestras escuelas. Leo horrorizado una noticia de esas que espanta y llena de preocupación acerca de la salvaje agresión que sufrió una maestra valenciana dentro del aula de clases hasta rogar de rodillas no la asesinara, sus estudiantes aterrorizados sólo gritaban y clamaban por sus vidas. No imagino la dantesca situación. Y ruego a Dios siempre que jamás nos ocurra algo siquiera parecido en nuestras escuelas.
Lo peor (si aún cabe decirlo) es que el presunto delincuente fue estudiante de la escuela donde cometió semejante barbarie. ¿En qué momento dejó de ser la escuela el espacio de crecimiento humano, espiritual e intelectual de los estudiantes? ¿Por qué no se valora hoy el rol del docente como formador? ¿Dónde quedó aquella posición familiar en la que se exaltaba el respeto al docente? ¿Cómo es que una función tan importante como la de un maestro es tan tristemente despreciada por quienes son responsables de su estabilidad y máximo bienestar posible? ¿Con qué ligereza y bajo qué pobres argumentos un bachiller opta por estudiar educación sólo porque es más fácil y seguro salario?
Estudiantes que parecen padecer de una especie de sordera mental (pues nos consta por sus audífonos que no lo están físicamente, más pareciera el deseo de no escuchar a nadie) ante las llamados de atención, madres que parecen expiar sus culpas aceptando los chantajes de sus hijos, padres que se escudan en el trabajo para no “atormentarse” de las acciones de su descendencia, abuelos, quienes ya cansados, sólo soportan lo necesario para dejar algo de estabilidad a sus nietos (abuelos que inexplicablemente aceptan que sus hijos les “dejen” o “tiren” sus obligaciones paternales). Infraestructuras que no respetan el mínimo deseo de tomar agua al menos pues no cuentan con filtros para apaciguar la sed en un clima tan caluroso como el nuestro. Desprecio a los sentimientos.
Parece que el lenguaje de la violencia escolar, aunque anormal y sumamente peligroso, está echando raíces a la vista de todos empoderando la indiferencia y la  ignorancia, males que sin duda son la génesis de la destrucción de los pueblos. ¿Qué estamos esperando para revertir toda esta hecatombe? A repicar campanas!
Lcdo. Ángel González 
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Organizar, Planificar y Equilibrar decía Mary…



Pocas veces he tenido oportunidad de encontrar en el "sistema" personas que mantengan claros los objetivos por una educación mejor y de calidad y que al mismo tiempo se encuentren en la capacidad de dirigir la voluntad, fuerza y ánimo de un colectivo para la consolidación de esos sueños. Hace meses conocí a la prof. Mary en mi terruño amado valenciano y me contentó muchísimo que al fin había llegado una persona que pudiese orientar de manera eficaz y atenta las políticas educativas que pueden hacer de las escuelas espacios posibles para el crecimiento humano y profesional. Espero contar con ella a pesar de las circunstancias que rodean la dinámica en una sociedad que permanentemente cambia sin permiso de alguno…

Propuso para el desarrollo eficiente del trabajo escolar tres aspectos que me parecen una tríada fundamental para la consecución de los planes y proyectos a ejecutar durante este año: Planificar, Organizar y Equilibrio en las acciones. Elementos todos que pueden procurar éxito en los muchos de los lineamientos que están propuestos para la transformación efectiva del hecho educativo. No son aspectos para nada desconocidos para quienes vivimos la educación como un medio para derrumbar la ignorancia y construir sociedades evolucionadas que procuran el bienestar personal y colectivo.

No hay logro posible sin una adecuada planificación estratégica y operativa. Es necesario distinguir y plantearse las metas y prioridades de manera clara para conocer hacia la dirección coreecta con paso firme y seguro. Recuerdo con vehemencia a la prof. Guadalupe Ramos (+) quien insistía sobre esta conseja: "El que no sabe a dónde va cualquier viento le favorece", por supuesto, aduciendo la necesidad de trabajar y desarrollar los proyectos con cuidadosa habilidad, coordinada marcha y con sobrada eficiencia y eficacia en el desenvolvimiento de las estrategias planteadas. Nuestra Constitución es sobradamente explícita en el modelo de país que queremos y del cual es importante recordar que las luchas continúan  a diario desde cualquiera de nuestros cantones. La escuela es y será siempre, un lugar para vivir el futuro desde el presente (Sarmiento, 2006).

Organizar implica que debemos tener en cuenta todas las situaciones y recursos disponibles para hacer realidad los planes. No hay lugar a la improvisación pues ésta también se toma en cuenta para que no nos tome desprevenidos. Sobre todo en las actuales circunstancias en que la dinámica es compleja y a veces hasta arbitraria. Todo ello conducirá al inevitable equilibrio que asienta nuestra paz por el trabajo bien hecho. Aunque reitera la amiga Mary que una actitud equilibrada en el desarrollo de las actividades se convierte en un sugerente motor para obtener resultados positivos. Aún ante las más intrincadas y molestas contrariedades es exigente conservar la calma y confiar en Dios que todo se resolverá tal como estaba trazado aunque debamos replantear lo requerido. Sigamos repicando campanas pues con esta significativa receta! 


-- Lcdo. Ángel González
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martes, 9 de octubre de 2012

No olvides repicar la campana “El famoso fuerte de mi Papá”

Un "fuerte" en nuestro país hace muchas décadas significaban cinco bolívares de los de antes y era costumbre en el pueblo asignarles nombres populares a las denominaciones monetarias, por ejemplo una orquídea eran quinientos bolívares por la hermosa flor nacional que tenían dibujados. Hoy, esa moneda representa una anécdota muy especial que mi padre siempre nos comenta, con su particular estilo, cada vez nos reunimos en familia con los amigos y vecinos, y ya al crecer y vivir la vida implica toda una reflexión compleja de la realidad axiológica que retumba constantemente mi conciencia para adelantar los objetivos que como docente estoy llamado acometer.
Resulta un día venía el niño Cándido de su escuela primaria y se encontró con su padrino, quien desde hacía semanas le había prometido un regalo por su cumpleaños cada vez lo encontraba por las calles de Boconó, y le obsequió un "fuerte". Mi padre sorprendido (me imagino se esperaba otra cosa propia de un niño de ocho años) le insistía que no podía aceptar ese regalo pues sus padres le prohibían aceptar dinero de los adultos (por mucho que fuese su padrino era inaceptable ello para mi abuelo Ignacio) a lo que aquel le reiteró que no lo aceptaría pues ese era un regalo para él. Cuenta mi papá que durante el trayecto a casa le venían mil ideas sobre qué hacer con tanto dinero (años 50) sin que implicase una segura reprimenda de parte de sus progenitores. Sólo se le ocurrió algo: sembrarlo bajo un frondoso árbol y continuar su camino. No podía decepcionar a sus padres y menos generar una discordia de ellos con su "compadre".
Hace días, al regresar a clases (siempre representa un momento nodal en la cotidianidad escolar por cierto) apreciaba con sorna cómo ocurría un hecho, que mi madre adorada llamaría "patos contra escopetas", en el que el joven atacaba a la madre y humillaba hasta que intervino un docente, pues la señora displicente (aunque nadie me saca la idea que por dentro derramaba lágrimas o bajos instintos) no detenía tremenda vergüenza. Y me imprecaba, con respuestas muy cliché reconozco, en qué momento desapareció la autoridad que como padres debe erigirse ante sus hijos. Vivimos en una locura que parece despreciar, con fuerza cada vez, los valores que deben caracterizar la hermosa y armónica relación de crecimiento familiar y colectiva.
¿Dónde quedó la decencia en la actuación? ¿Por qué un representante se ensimisma en la culpa o indiferencia o desidia para no tomar correctivos a tiempo? ¿Una sociedad de encubridores y corruptos que genera familias cómplices acaso es una teoría hecha práctica o viceversa? ¿Por qué todavía hablan de pérdida de valores, si la honestidad y respeto es el mismo concepto que mi papá conocía al enterrar el fuerte y el que nos enseñó luego y el que se conoce hoy? ¿Qué será de la suerte de aquel fuerte enterrado en los andes venezolanos?
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Licdo. Ángel González R.
agr/2012

sábado, 11 de agosto de 2012

Mabel: soñar con los ojos abiertos…

Cuando estudiaba en mi añorado Colegio Don Bosco de Valencia siempre admire la devoción de los exalumnos al saludar con cariño a sus maestros. Luego el tiempo me colocó en la misma posición. Siempre agradecí al Señor Dios y a la Auxiliadora Virgen Santísima por mis profesores dada su calidez, disciplina, sapiencia y sobre todo su carisma. Hasta los más insoportables dieron lecciones que permitieron desnudar las bajezas de un gremio a veces cruel e ignominioso y no ser como ellos jamás. Siempre han sido geniales los encuentros con quienes dictaron de alguna manera esquemas de vida para el logro personal y profesional y siempre me interrogaba, me intrigaba que pensaban ellos al ver a esos niños y jóvenes ya adultos y si acaso podrían verse proyectados o satisfechos de un trabajo realizado.

Hoy, la vida me ha dado oportunidad continuamente de saber qué piensa un docente al ver el progreso de quienes en el aula se presentaron cada día, cada año para aprender del mundo y a su salida poder tomarlo firme en sus manos y cantar victoria. Es inevitable verlos sin que sonría recordando alguna eventualidad que los años aún permiten tener detalles del mismo. Es emocionante cuando el saludo se nota sincero y el cariño profeso es honesto. Es reconfortante su éxito e inevitable la revisión de lo que se dejó de hacer cuando alguno no está en los mejores caminos. Resulta estimulante para insistir en formar más y mejores estudiantes para una sociedad que así lo requiere.

Mabel, es mi exalumna, estudiante del cuarto año de derecho en nuestra Alma Mater valenciana. Cinco años continuos me permitieron apreciar su notable madurez y admirar una de las mejores amistades que he conocido. Ella junto a Adriana, hoy una exitosa dirigente estudiantil en Boconó (Trujillo), conformaron un equipo que el tiempo ha sabido aderezar a pesar de las distancias. Son unas amigas que disfrutan de la poesía de la vida, de sus diversas maneras de relacionarse con Dios, de los cuentos de camino y hasta sus desavenencias resultan convenientes para repensarse como buenas amigas.

Visitó la escuela con su discreta sonrisa, cordial y atenta, camina con la certeza que dan los pasos firmes y confiados de que sus palabras no van más allá de las acciones. Conversamos largo rato como aquellos bohemios que se permiten usar el tiempo a su antojo y apreciar la amistad que ha sido cultivada desde el corazón de un maestro y su discípulo. Una joven ganada a conquistar el mundo con sabiduría, ambición y sobre todo "despierta y soñando con los ojos abiertos" para trascender entre los suyos al compás de la buena música y del siempre adorable elixir del amor y la pasión por las cosas bien hechas… Tal como decía Don Bosco, santo educador, "mi mayor satisfacción es verte alegre" amiga Mabel y siempre mantengas tu espíritu rebelde, fiel a ti misma y "obrando bien… dejando a la gente que hable"… Estas llamada a construir con tu ejemplo y el de tu amiga la necesaria imagen del joven que necesitamos hoy en nuestro país.. Dios te cuide.


@angelgr31   @repicarcampana

Prueba del sistema de publicación.

Verificando el sistema.

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Angel González Rodríguez
Valencia - Venezuela
2012
Tlf. 04161990925
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Identidad Nacional… ¿asunto de quién? (Parte II)


Quizá la semana antepasada fuimos duros con la responsabilidad de la Escuela en promover los elementos de la identidad nacional venezolana. No deja de asombrarme como docente cada vez que entro a una escuela por ejemplo y en pleno “compartir” (dícese del espacio de jolgorio, comida y hacer nada) por cualquier motivo (desde un fin de proyecto de clases hasta el cumpleaños de un niño o de la querida maestra) retumba en NUESTRAS aulas una música estridente y vulgar y si te atreves a recomendarle a la ilustre maestra entonces inmediato justifica… “¡Vale eso es lo que escuchan siempre, en su casa, en todos lados, déjalos vivir (o peor cuando dicen déjalos ser)!” No entiendo como alguien encargada (o) de dirigir, aclarar, enseñar a ser crítico (a), a pensar, a fomentar el aprecio por lo nuestro pueda dar una respuesta como esa.
¿Cómo un niño o joven o adulto incluso, aprende a apreciar si sus principales modelos de vida no sólo ignoran sino que desprecian muchas veces los elementos que debemos honrar por simbolizar un bagaje cultural, histórico, originario que como venezolanos nos identifica? (seguro el lector recuerda al maestro hablando o en mala posición al momento de entonar nuestro himno, o como ocurre ahora los jóvenes escondiéndose en los baños para no cumplir con el acto cívico). Discutía hace meses con mi estimado prof. Tomas el hecho de que estos sucesos más los relativos a la planificación docente hacen propicia la oportunidad para iniciar investigaciones más localizadas, contextualizadas a esas realidades que parecen evidentes pero no sistematizadas ni menos justificadas en marco teórico alguno.
Todos insisten en la importancia de fomentar valores de la identidad nacional y entonces se entusiasman en disfrazarse ante cualquier efeméride y queda todo en una anécdota del día y ni hablar de los padres pagando facturas para “cumplir” con la tarea y los más entusiastas tomando fotografías como locos para “apreciar el traje” en el cuerpo del hijo(a). Si eres optimista preguntas qué significa todo el montaje realizado y podrías escuchar esto con sincera humildad “la tarea que la maestra se inventó o nos mandó”. Cumplido el objetivo escrito en el papel. ¿Y en el corazón de esos estudiantes? ¿Y en el alma? Más sencilla ¿en su cerebro?
Y pensar que al inicio del artículo quería comentar eso de “que en la casa escuchan eso” y el papel de los representantes como ciudadanos responsables del semillero de valores que deben sembrar en sus hijos… Seguiremos repicando campanas abrazándonos a una máxima que me encanta “Formémosnos una patria a toda costa y todo lo demás será tolerable”…del grande Bolívar.
@angelgr31  @repicarcampana

Identidad Nacional… ¿asunto de quién? (Parte I)


En anteriores oportunidades hemos comentado la triste realidad en nuestras instituciones educativas sobre la práctica y fomento de los elementos que caracterizan a la identidad nacional venezolana, que superficialmente se evidencian en el irrespeto a los símbolos patrios, el desconocimiento de nuestras raíces y una marcada adopción de modismos extranjeros, y que sale al tapete cuando se evalúan los logros de las actividades que se han desarrollado durante un año escolar. Y en esa área, como diría un docente en el tercer lapso “estamos reprobados” y la lleva a Revisión.
¿Quién tiene responsabilidad de promocionar los aspectos que nos identifican como venezolanos habitantes de este hermoso territorio bendecido por Dios? Cuche (2008) señala a la identidad como “un estado de conciencia, el sentimiento más o menos explícito de pertenecer a un grupo…o comunidad” unidos por la pertenencia y los intereses comunes, de tal manera que la respuesta a la cuestión anterior sería “Cada uno de nosotros es responsable como Todos también”, un proceso dinámico y transformador que exige de la persona un real compromiso para asumir su identidad personal y social.
Sin embargo, siempre la escuela resulta acusada en el banquillo cuando un chico o chica no practica ni manifiesta aprecio real por nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra idiosincrasia. La escuela es un espacio importante y quizá con mayores oportunidades para generar el afianzamiento de los valores nacionales, pero si el docente no planifica adecuadamente, no muestra coherencia en sus acciones como venezolano, no creemos resulte muy efectiva. De hecho, hay investigaciones que demuestran que muchos docentes ni siquiera conocen los contenidos que establecen los programas que suministra el Estado para las distintas asignaturas del sistema educativo. Otras por su parte, insisten en la importancia de resaltar la identidad nacional y hasta lo proponen como un eje transversal aparte de los actuales como un mecanismo desesperado ante la situación presente en la sociedad.
Elaborar carteleras, vestirse y bailar danzas tradicionalistas, propiciar espacios para juegos tradicionales no son suficientes si cada docente no está “consciente” de su rol como líder de la comunidad que acompaña. Parece una dura crítica a la escuela actual pero es innegable lo que está a la vista. En próximos artículos también reflexionaremos sobre quienes acompañan en esta labor a la escuela y cómo revertir esta situación sin que en el mañana quedemos atrapados en un sin sabor de la nada, de los nadie y de lo olvidado.
@angelgr31

El día 200 del Año…. en Venezuela (*)


Abriendo un paréntesis en el tema que venimos desarrollando sobre la Identidad Nacional no podíamos dejar pasar por el alto la culminación de las actividades de fin de actividades escolares en nuestras Instituciones educativas. El ansiado día 200 del calendario. Es inevitable no hacer referencia a ello dada las condiciones que rodearon este significativo momento.
El Ministerio del Poder Popular para la Educación desplegó unas Jornadas Municipales de Formación Docente sobre los avances del Currículo de Educación Bolivariana durante la última semana de julio con la finalidad de conocer los puntos de vista de quienes hacemos vida en las aulas junto a nuestros estudiantes. Interesante labor que busca propiciar cada vez más la concienciación de las acciones que acomete cada responsable de la acción pedagógica en el entorno. Mucho se ha informado que existen importantes aportes a la didáctica venezolana pero son pocas las referencias que se evidencian dado que la mayoría de los docentes no sistematiza su propia producción en el desarrollo de las actividades, estrategias y formas de relacionamiento con la comunidad lo que dificulta una comprensión real de los aportes que realiza el magisterio a un currículo innovador.
Estas jornadas buscan precisamente incentivar en el docente al pensamiento crítico, a la reflexión, a concienciar no sólo acerca de los retos y desafíos de una educación cada vez más compleja por sus exigencias sino también se sienta valorado en sus aportes intelectuales al sistema. Sin embargo, mucho queda por hacer en el aspecto de valoración de la actividad profesional docente. Realmente aplaudimos el esfuerzo de maestros y maestras quienes a pesar de las evidentes incomodidades en las distintas sedes de formación docente en la ciudad porteña no sucumbieron a las mismas para participar activamente en el desarrollo de las mesas de trabajo y sistematización de aportes a los temas planteados en la actividad.
Siendo el Estado docente que se propugna en la Carta Magna, debe asumirse como el primer formador de la patria y en este sentido el grande Robinson indica que “No hay interés donde no se entrevé el fin de la acción. Lo que no se hace sentir no se entiende, y lo que no se entiende no interesa. Llamar, captar y fijar la atención, son las tres partes del arte de enseñar. Y no todos los maestros sobresalen en las tres”, por lo que invito a cada maestra y maestro, en todas las instancias educativas conocidas, a la autorevisión crítica que nos permita evaluar con honestidad cómo estamos transcendiendo en la enseñanza y podamos con firmeza consolidar una República de ciudadanos libres, justos y más considerados hacia los demás, tal como fuera la pretensión del Libertador Simón Bolívar. Que disfruten sus vacaciones merecidas y rogamos porque el nuevo año escolar impriman con su obra la historia de la patria Maestros y Maestras…

(*) En Venezuela el año escolar se desarrolla en 200 días por período lectivo.

viernes, 8 de junio de 2012

“Vámonos pa´ la Lopna (sip)”… (Parte I)

Me narraron días atrás una parábola de autor desconocido  sobre la mariposa que he convenido en presentarles para reflexionar sobre este tema que ha sido delicado y complejo en estas últimas semanas, dice así: “Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para poder ver a la mariposa cuando saliera del capullo.  Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar por varias horas, mientras ella luchaba por agrandarlo y poder salir, forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado pues aparentemente no progresaba en su intento. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía un cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas, la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos. Nunca pudo llegar a volar. Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo dela mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar”. El final indica que la libertad y el volar solamente podían llegar luego de la lucha y al privar ala mariposa de la lucha, también le fue privada su salud. Resulta ello una gran pintura de lo que a diario veo en nuestro entorno: madres evitándole contrariedades a sus hijos para que alcancen lo que “supuestamente” ellos necesitan para llegar a “ser alguien importante”. Recientemente culminan las evaluaciones de revisión en la secundaria y parece más una marcha de representantes anotando contenidos a los hijos quienes en un año no se empeñaron estudiar para aprobar exitosamente (generando dudas al respecto ¿Quién estudia? ¿Ellos o sus representantes?). Madres rogando la atención que durante meses antes era la escuela quien le llamaba para advertirle lo inevitable.Y, ¿el culpable? Por favor cualquier maestro sirve para expiar las culpas e irresponsabilidades, pues el joven, carente de límites y de conciencia, para ello tiene quien con sus tijeras rompa todo lo necesario para que el sólo se regodee en el piso dando vueltas carente de todo propósito, pues nada aprende y nada logra por sí mismo. Acuden a entes externos que convaliden la incapacidad para establecer marcos morales y éticos a los hijos, con tan buena suerte que el sistema últimamente también parece confabulado en hacer de los “futuros” ciudadanos un nido donde unos y otros acicalen sus existencias en la comodidad e ignominia del que sólo cosecharemos marginalidad y destrucción. Atrás quedaron las frases que indicaban “esfuérzate más”, “estudia más”, “cumple con lo asumido” por aquellas en la que “esa maestra hay que denunciarla”, “ayúdeme al niño porque no sabe nada”, “pobrecito vale es que eso es mucho para el (refiriéndose al hijo)”Quizá esté lejos el día que vuelvan los Bolívar, los Páez, los Robinson quienes hicieron de las adversidades personales tierra fértil para enfrentar la vida con el éxito que todos conocemos…un éxito del cual vivimos todos hoy celebrando ya dos siglos…   angelgr31@gmail.com
Aclaratoria: En Venezuela LOPNA es una ley de protección a los niños, niñas y adolescentes que es utilizada por los Consejos de Protección de los mismos o Defensorías Escolares para velar por los intereses de ellos. Los padres acostumbran decirle así a las oficinas que manejan los aspectos relacionados con los derechos de los hijos, en vez de expresar Vamos al Consejo de Protección!, los padres exclaman ¡Vamos a la LOPNA!

“¡No te dejes vencer por el cansancio Maestra, Maestro…!”


…Nunca dejes de creer que las buenas acciones si pueden cambiar al mundo…La vida nos enseña un oasis, nos enseña y nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. No dejes nunca de soñar. Aprende de quienes pueden enseñarte” es el mensaje que nos deja la buena amiga Dora Parada en su regreso a Puerto Cabello con motivo de reactivarse el programa de los Embajadores de la Amistad de la mano de dos instituciones porteñas y guariqueñas con el propósito encantador de “buscar amigos y amigas para unir sueños y horizontes”. Una actividad realizada que desbordó en alegrías y expectativas por los nuevos amigos que inician este recorrido de letras, hojas y dibujos a intercambiar desde este mes.
No podía ser más propicio dicha actividad en enero, espacio del año en que recordamos la labor del maestro: oficio y profesión, vocación y obligación, pasión y deber, transcendencia al fin, huellas caminantes llenas de esperanza y ambición. En una sociedad que promueve la complicidad necesario es quienes tenemos responsabilidades de educar ser la alternativa para impulsar la amistad verdadera, aquella caracterizada por el amor y la lealtad. Impresionante grito de euforia dieron nuestros niños y niñas cuando les preguntaron para qué servía el corazón: PARA AMAR!!!!!!!!! Y al mismo tiempo nos preguntábamos los docentes en qué parte del camino esa buena vibra se diluye en una cotidianidad triste y desesperanzada. Podríamos enumerar muchas causas pero lo interesante de esto es que el remedio está frente a nosotros Maestro y es que Tú puedes hacer la diferencia.
Sí, cada minuto en todos los espacios que hagas vida es una oportunidad para cambiar el mundo. No se trata de ser superhéroes sino de ser “humanos” dispuestos a “tocar el corazón” de la gente y tomados de la mano hagamos frondosos árboles de amigos y amigas que embellezcan los rincones de un planeta que pide a gritos atenderlo…amarlo. No te dejes vencer por el cansancio ni la desesperanza…quizá suena una exigencia complicada de un soñador pero imaginemos tan sólo unos segundos qué sería de nuestras vidas si quienes la han hecho libre y cómoda hubieran decaído ante los obstáculos. Don Bosco afirmaba con mucha razón que “por nuestros niños y jóvenes debemos estar dispuestos a soportar cualquier contratiempo y fatiga” haciéndoles sentir que se les ama. Hagamos sentir a todos que les amamos…hagamos de nuestra práctica cotidiana un ejercicio de amor y amistad. Felicidades a todos en su día sí y sólo sí no ha dado descanso a su brazo para hacer niños y niñas, jóvenes felices.
angelgr31@gmail.com

viernes, 3 de febrero de 2012

“HASTA DONDE LLEVA EL ANTIVALOR” , 17/11/2005

Todo docente tiene derroteros importantes, propósitos trascendentes y misiones a veces imposibles sin el favor de Dios. Toda su actuación se reviste de una serie de imponderables momentos que exigirán una consolidada formación moral para resolver lo que se plantea.
Y no es nada sencillo si nos referimos a una sociedad que dolorosamente establece el antivalor de la impunidad, desidia e impudicia convirtiendo los espacios educativos en una caterva de palangristas que reducen la Academia a nulidad.
Se dan casos de “docentes” presos de su impúdico comportamiento que aún cuando reconocen maestría, capacitación y preparación desvalorizan a otros profesionales haciéndolos víctimas de su propia nulidad, obstaculizan trayectorias en el transitar de lo académico y por supuesto arrastran consigo el fracaso tácito. Es cuestión de decisión a qué grupo pertenecer. Vanidades de la libertad ciertamente, pero que en cuestiones de la educación no pueden ni deben permitirse. 
Probablemente, los acosados por estas situaciones detengan su paso para comprender cuanto sucede pero perdería más si guarda todo lo inmensurable que posee para hacer de sus alumnos hombres y mujeres grandes, gana en la medida que da. Es importante también, recordar que un profesional no es el que obtiene un título, sino el que sabe valorar a los demás por lo que son y en la medida que identifiquemos estos grupúsculos que socavan la verdadera esencia de la Escuela, surge otra tarea que es la de acabar su influencia con nuestro trabajo pues según afirmaba el célebre científico Albert Einstein “Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera”.
En este sentido, el modelamiento de los valores para impulsar el reto que representa acabar con la ignonimia se hace cada vez más exigente en quienes llevamos la dura tarea de llevar luz en estos caminos sublimes de atender espíritus pues en educación la voluntad es una forma de expresión imperativa y no admite cobardes cultos de hecho y es un espacio en el que la adversidad llena de aprendizajes interesantes.
Debemos primordialmente saber qué valores asumimos en la acción docente; la evaluación de lo propio será fundamental, antes que la evaluación de los valores o antivalores de “los demás” y asumir que “tenemos que trabajar incansablemente si no queremos presenciar la ruina de nuestra generación” lapidaria frase mencionadas alguna vez por Don Bosco en 1880 y con cuanta vigencia aún se mantiene.
No olviden repicar la campana….no están sólos…