sábado, 11 de agosto de 2012

Mabel: soñar con los ojos abiertos…

Cuando estudiaba en mi añorado Colegio Don Bosco de Valencia siempre admire la devoción de los exalumnos al saludar con cariño a sus maestros. Luego el tiempo me colocó en la misma posición. Siempre agradecí al Señor Dios y a la Auxiliadora Virgen Santísima por mis profesores dada su calidez, disciplina, sapiencia y sobre todo su carisma. Hasta los más insoportables dieron lecciones que permitieron desnudar las bajezas de un gremio a veces cruel e ignominioso y no ser como ellos jamás. Siempre han sido geniales los encuentros con quienes dictaron de alguna manera esquemas de vida para el logro personal y profesional y siempre me interrogaba, me intrigaba que pensaban ellos al ver a esos niños y jóvenes ya adultos y si acaso podrían verse proyectados o satisfechos de un trabajo realizado.

Hoy, la vida me ha dado oportunidad continuamente de saber qué piensa un docente al ver el progreso de quienes en el aula se presentaron cada día, cada año para aprender del mundo y a su salida poder tomarlo firme en sus manos y cantar victoria. Es inevitable verlos sin que sonría recordando alguna eventualidad que los años aún permiten tener detalles del mismo. Es emocionante cuando el saludo se nota sincero y el cariño profeso es honesto. Es reconfortante su éxito e inevitable la revisión de lo que se dejó de hacer cuando alguno no está en los mejores caminos. Resulta estimulante para insistir en formar más y mejores estudiantes para una sociedad que así lo requiere.

Mabel, es mi exalumna, estudiante del cuarto año de derecho en nuestra Alma Mater valenciana. Cinco años continuos me permitieron apreciar su notable madurez y admirar una de las mejores amistades que he conocido. Ella junto a Adriana, hoy una exitosa dirigente estudiantil en Boconó (Trujillo), conformaron un equipo que el tiempo ha sabido aderezar a pesar de las distancias. Son unas amigas que disfrutan de la poesía de la vida, de sus diversas maneras de relacionarse con Dios, de los cuentos de camino y hasta sus desavenencias resultan convenientes para repensarse como buenas amigas.

Visitó la escuela con su discreta sonrisa, cordial y atenta, camina con la certeza que dan los pasos firmes y confiados de que sus palabras no van más allá de las acciones. Conversamos largo rato como aquellos bohemios que se permiten usar el tiempo a su antojo y apreciar la amistad que ha sido cultivada desde el corazón de un maestro y su discípulo. Una joven ganada a conquistar el mundo con sabiduría, ambición y sobre todo "despierta y soñando con los ojos abiertos" para trascender entre los suyos al compás de la buena música y del siempre adorable elixir del amor y la pasión por las cosas bien hechas… Tal como decía Don Bosco, santo educador, "mi mayor satisfacción es verte alegre" amiga Mabel y siempre mantengas tu espíritu rebelde, fiel a ti misma y "obrando bien… dejando a la gente que hable"… Estas llamada a construir con tu ejemplo y el de tu amiga la necesaria imagen del joven que necesitamos hoy en nuestro país.. Dios te cuide.


@angelgr31   @repicarcampana

Prueba del sistema de publicación.

Verificando el sistema.

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Angel González Rodríguez
Valencia - Venezuela
2012
Tlf. 04161990925
Pin: 2169B75F

Identidad Nacional… ¿asunto de quién? (Parte II)


Quizá la semana antepasada fuimos duros con la responsabilidad de la Escuela en promover los elementos de la identidad nacional venezolana. No deja de asombrarme como docente cada vez que entro a una escuela por ejemplo y en pleno “compartir” (dícese del espacio de jolgorio, comida y hacer nada) por cualquier motivo (desde un fin de proyecto de clases hasta el cumpleaños de un niño o de la querida maestra) retumba en NUESTRAS aulas una música estridente y vulgar y si te atreves a recomendarle a la ilustre maestra entonces inmediato justifica… “¡Vale eso es lo que escuchan siempre, en su casa, en todos lados, déjalos vivir (o peor cuando dicen déjalos ser)!” No entiendo como alguien encargada (o) de dirigir, aclarar, enseñar a ser crítico (a), a pensar, a fomentar el aprecio por lo nuestro pueda dar una respuesta como esa.
¿Cómo un niño o joven o adulto incluso, aprende a apreciar si sus principales modelos de vida no sólo ignoran sino que desprecian muchas veces los elementos que debemos honrar por simbolizar un bagaje cultural, histórico, originario que como venezolanos nos identifica? (seguro el lector recuerda al maestro hablando o en mala posición al momento de entonar nuestro himno, o como ocurre ahora los jóvenes escondiéndose en los baños para no cumplir con el acto cívico). Discutía hace meses con mi estimado prof. Tomas el hecho de que estos sucesos más los relativos a la planificación docente hacen propicia la oportunidad para iniciar investigaciones más localizadas, contextualizadas a esas realidades que parecen evidentes pero no sistematizadas ni menos justificadas en marco teórico alguno.
Todos insisten en la importancia de fomentar valores de la identidad nacional y entonces se entusiasman en disfrazarse ante cualquier efeméride y queda todo en una anécdota del día y ni hablar de los padres pagando facturas para “cumplir” con la tarea y los más entusiastas tomando fotografías como locos para “apreciar el traje” en el cuerpo del hijo(a). Si eres optimista preguntas qué significa todo el montaje realizado y podrías escuchar esto con sincera humildad “la tarea que la maestra se inventó o nos mandó”. Cumplido el objetivo escrito en el papel. ¿Y en el corazón de esos estudiantes? ¿Y en el alma? Más sencilla ¿en su cerebro?
Y pensar que al inicio del artículo quería comentar eso de “que en la casa escuchan eso” y el papel de los representantes como ciudadanos responsables del semillero de valores que deben sembrar en sus hijos… Seguiremos repicando campanas abrazándonos a una máxima que me encanta “Formémosnos una patria a toda costa y todo lo demás será tolerable”…del grande Bolívar.
@angelgr31  @repicarcampana

Identidad Nacional… ¿asunto de quién? (Parte I)


En anteriores oportunidades hemos comentado la triste realidad en nuestras instituciones educativas sobre la práctica y fomento de los elementos que caracterizan a la identidad nacional venezolana, que superficialmente se evidencian en el irrespeto a los símbolos patrios, el desconocimiento de nuestras raíces y una marcada adopción de modismos extranjeros, y que sale al tapete cuando se evalúan los logros de las actividades que se han desarrollado durante un año escolar. Y en esa área, como diría un docente en el tercer lapso “estamos reprobados” y la lleva a Revisión.
¿Quién tiene responsabilidad de promocionar los aspectos que nos identifican como venezolanos habitantes de este hermoso territorio bendecido por Dios? Cuche (2008) señala a la identidad como “un estado de conciencia, el sentimiento más o menos explícito de pertenecer a un grupo…o comunidad” unidos por la pertenencia y los intereses comunes, de tal manera que la respuesta a la cuestión anterior sería “Cada uno de nosotros es responsable como Todos también”, un proceso dinámico y transformador que exige de la persona un real compromiso para asumir su identidad personal y social.
Sin embargo, siempre la escuela resulta acusada en el banquillo cuando un chico o chica no practica ni manifiesta aprecio real por nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra idiosincrasia. La escuela es un espacio importante y quizá con mayores oportunidades para generar el afianzamiento de los valores nacionales, pero si el docente no planifica adecuadamente, no muestra coherencia en sus acciones como venezolano, no creemos resulte muy efectiva. De hecho, hay investigaciones que demuestran que muchos docentes ni siquiera conocen los contenidos que establecen los programas que suministra el Estado para las distintas asignaturas del sistema educativo. Otras por su parte, insisten en la importancia de resaltar la identidad nacional y hasta lo proponen como un eje transversal aparte de los actuales como un mecanismo desesperado ante la situación presente en la sociedad.
Elaborar carteleras, vestirse y bailar danzas tradicionalistas, propiciar espacios para juegos tradicionales no son suficientes si cada docente no está “consciente” de su rol como líder de la comunidad que acompaña. Parece una dura crítica a la escuela actual pero es innegable lo que está a la vista. En próximos artículos también reflexionaremos sobre quienes acompañan en esta labor a la escuela y cómo revertir esta situación sin que en el mañana quedemos atrapados en un sin sabor de la nada, de los nadie y de lo olvidado.
@angelgr31

El día 200 del Año…. en Venezuela (*)


Abriendo un paréntesis en el tema que venimos desarrollando sobre la Identidad Nacional no podíamos dejar pasar por el alto la culminación de las actividades de fin de actividades escolares en nuestras Instituciones educativas. El ansiado día 200 del calendario. Es inevitable no hacer referencia a ello dada las condiciones que rodearon este significativo momento.
El Ministerio del Poder Popular para la Educación desplegó unas Jornadas Municipales de Formación Docente sobre los avances del Currículo de Educación Bolivariana durante la última semana de julio con la finalidad de conocer los puntos de vista de quienes hacemos vida en las aulas junto a nuestros estudiantes. Interesante labor que busca propiciar cada vez más la concienciación de las acciones que acomete cada responsable de la acción pedagógica en el entorno. Mucho se ha informado que existen importantes aportes a la didáctica venezolana pero son pocas las referencias que se evidencian dado que la mayoría de los docentes no sistematiza su propia producción en el desarrollo de las actividades, estrategias y formas de relacionamiento con la comunidad lo que dificulta una comprensión real de los aportes que realiza el magisterio a un currículo innovador.
Estas jornadas buscan precisamente incentivar en el docente al pensamiento crítico, a la reflexión, a concienciar no sólo acerca de los retos y desafíos de una educación cada vez más compleja por sus exigencias sino también se sienta valorado en sus aportes intelectuales al sistema. Sin embargo, mucho queda por hacer en el aspecto de valoración de la actividad profesional docente. Realmente aplaudimos el esfuerzo de maestros y maestras quienes a pesar de las evidentes incomodidades en las distintas sedes de formación docente en la ciudad porteña no sucumbieron a las mismas para participar activamente en el desarrollo de las mesas de trabajo y sistematización de aportes a los temas planteados en la actividad.
Siendo el Estado docente que se propugna en la Carta Magna, debe asumirse como el primer formador de la patria y en este sentido el grande Robinson indica que “No hay interés donde no se entrevé el fin de la acción. Lo que no se hace sentir no se entiende, y lo que no se entiende no interesa. Llamar, captar y fijar la atención, son las tres partes del arte de enseñar. Y no todos los maestros sobresalen en las tres”, por lo que invito a cada maestra y maestro, en todas las instancias educativas conocidas, a la autorevisión crítica que nos permita evaluar con honestidad cómo estamos transcendiendo en la enseñanza y podamos con firmeza consolidar una República de ciudadanos libres, justos y más considerados hacia los demás, tal como fuera la pretensión del Libertador Simón Bolívar. Que disfruten sus vacaciones merecidas y rogamos porque el nuevo año escolar impriman con su obra la historia de la patria Maestros y Maestras…

(*) En Venezuela el año escolar se desarrolla en 200 días por período lectivo.