lunes, 21 de enero de 2013

La Amistad que nos dejó Luis Oswaldo…

Recientemente nuestra comunidad de egresados robinsonianos perdió a uno de sus jóvenes de una manera que desnuda en forma dantesca cómo son los servicios médicos –público y privado- en la ciudad. Sólo rogamos a Dios y la Virgen que dé auxilio a los miles de seres que no tienen oportunidades para garantizarse una digna atención hospitalaria e ilumine a los responsables para que tengan más que voluntad política, sentido humanitario para con los semejantes que lo nombraron regente de los bienes públicos.

Nuestra Escuela Samuelista granjeó en sus espacios amistades dignas de admiración. Un grupo que da fe de ello son Isa, Cinthya, Josleidys, Yolmig y Luis (+). Estos jóvenes comprometidos y entusiastas animan sus existencias colmándolas de alegría, apoyo, fidelidad y evidentemente lecciones importantes que han moldeado su relación para crecer responsablemente. Les tocó por designios divinos, tristemente, decir adiós a uno de sus baluartes integradores y supone sin duda un duro golpe que deja el sinsabor de lo injusto y de la impotencia. La profesora Celinda nos recuerda que Dios se lleva consigo a quien probablemente pueda dejarnos la mejor de las enseñanzas y es quizá Luis, entre quienes lo conocimos, el joven altamente optimista, amable y  emprendedor quién daría su vida a ello. Agradaba al prójimo con sinceridad y de manera creativa sorteó las distintas (y no pocas) contrariedades que la vida le dispuso.

Sus amigos y amigas, hoy y siempre, deben dar testimonio del amor que debe consolidar la amistad honesta y solidaria, resulta complejo soportar la dolencia que ocasiona su desaparición física, más siempre en sus corazones permanecerá lo especial que fue y en sus conciencias la trascendencia que debe caracterizar sus acciones como personas comprometidas y responsables consigo mismo y con los demás. Fraga (2012) indica que el dolor de la ausencia nunca se supera, simplemente dolerá menos cada vez y en consecuencia la tarea pendiente será no quedar enganchados con esa situación.

 Valoremos los momentos que cada día Dios nos permite con los seres amados y queridos. Demostremos hoy la grandeza de la amistad con hechos y amor sincero, acompañándonos fielmente en los momentos que hacen vibrar nuestras vidas, expresemos con firmeza y sinceridad al otro cuanto sentimos pues no sabemos hasta cuándo será posible ello. Recordemos las sabias palabras de Romanos 12,9: "El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y adhiriéndonos a lo bueno; amándonos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndolos los unos a los otros...gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración…"

Dios bendiga su alma y en sus amigos fortalezca los mejores lazos de unión que les ha caracterizado y que su amigo dejó como legado… 


Publicado en El Carabobeño del Litoral (21ENE13)
Tlf. 04161990925
Pin: 2169B75F

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios son importantes...Danos tu opinión!