jueves, 18 de abril de 2013

¡¡Prof. Mi hijo no hace naaaada en la casa…!!(Parte I)

Diariamente, sí…diariamente he escuchado esta "terrible" frase de boca de las madres y padres que atendemos en nuestra institución. Cualquier planteamiento que se hace con respecto a sus hijos (bajo rendimiento, conductas irregulares, otros) salta esa "justificación" para argumentar lo que no tiene explicación. Los escuchas ¿orgullosos? que los hijos no realizan nada en el hogar porque su "única" obligación es "Estudiar", lo cual se contradice con los resultados académicos pues muchos de estos ¿abnegados? chicos y chicas no son precisamente los mejores estudiantes.

¿Dónde quedó aquella obligación moral de colaborar con la dinámica hogareña? ¿En qué momento histórico se determinó que cumplir con las obligaciones domésticas interrumpe el aprendizaje? ¿Qué especie de profesional aludió que ayudar a mamá y papá en la casa resulta contraproducente al desarrollo integral de los niños, niñas y jóvenes? ¿Cuándo dejamos de ser padres para convertirnos en esclavos fraternales o simples sirvientes que además mantienen los caprichos de una generación que enarbola la flojera y desconsideración con orgullo desde que se levantan de sus camas? Podríamos hacer una lista enorme de preguntas parecidas pero creo que la campanada está clara.

La prof. Yeríen (2011) ha propuesto un libro llamado "Estructurando Límites, una guía para Padres" que conviene en una "invitación a la reflexión" en el desenvolvimiento de la compleja tarea de alzar las almas que el futuro hecho presente crece en nuestros hogares. Ella sugiere la importantísima y necesaria tarea de "Estructurar límites y normas, (de) establecer lo que está bien y lo que está mal" (pág.16) y para impulsar esto es indispensable la Actitud. Padres que no estén convencidos en su autoridad, en su posición moral y en sus exigencias dificultará persuadir a quienes dependen de ellos. "Para vivir en armonía es necesario que haya disciplina…respeto por todos los que viven en el hogar" y sentencia con notable razón "ninguna familia que no estructure los roles de sus miembros puede ser feliz".

Sabemos, porque es una perogrullada sin duda, que el hogar es el espacio primario donde se aprende sobre normas y límites, es la cuna de los valores, es el nido de la socialización y el templo para hacer vivo cada uno de los sentimientos que deben caracterizar a la persona. Será una verdadera complicación (y se está evidenciando con mayor violencia en las instituciones educativas) insistir en el cumplimiento de normas de convivencia si la familia se erige en una suerte de enemigo de la escuela simplemente porque hace exigencias y se desea cumplan para una coexistencia amable, nutritiva y promotora de bienestar.

Esto continuará por supuesto dado que hay mucho que aprovechar al máximo de este interesante libro y colaborar con el desafío que supone a un padre, madre, responsable,  maestro, maestra, a un colectivo de formación, moldear el espíritu de nuestros descendientes y discípulos para gozar de una sociedad libre, justa, alegre y sobre todo fraternalmente unidos en vivir felices…



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Angel González Rodríguez
Valencia - Venezuela
2012
Tlf. 04161990925 
Pin: 2A602FE7

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