lunes, 22 de julio de 2013

¿Qué quieres ser cuando seas grande?

¿Cuántos de nosotros hemos preguntado alguna vez qué desean "ser" nuestros alumnos o hijos cuando lleguen a la adultez? Seguro que todos afirmarán y sonreirán recordando las respuestas obtenidas de esos seres que ocupan nuestra existencia y la hacen trascender. "Profesor yo quiero ser alguien en la vida", como si lo que tiene por cuerpo y alma es un vacío dentro de la realidad o padece de alguna clase de invisibilidad. Somos los que somos (casi apelando a la famosa frase de Ortega y Gasset "sólo soy yo y mis circunstancias") y seremos lo que deseemos ser en función de la vivencia de los valores que nuestra familia inculcó y que la escuela afronta el reto de reforzar.

También están aquellos que responden con una lista de profesiones que van desde policía hasta doctores en cualquier especialidad. Pocos son quienes indican en un primer momento "yo deseo ser un ciudadano ejemplar". Y cuando nos lo encontremos, no dude en felicitarlo. En días pasados asistíamos a un taller sobre lo prevocacional en nuestras escuelas bolivarianas y técnicas y discutíamos la importancia de la formación de la persona antes que en la conducción a ciegas del alumno hacia una carrera universitaria, por mucha necesidad que tenga el Estado de esa persona. El papa Paulo VI señalaba que "no basta que el hombre crezca en lo que tiene, es preciso que crezca en lo que es" y es sin duda la esencia de la persona lo que sellará el ejercicio profesional en un ámbito determinado. La escuela está llamada junto al hogar a crear el clima necesario que conlleve a la educación del ciudadano de los nuevos tiempos: lleno de fe en Dios, ecológico, respetuoso de las leyes, honesto, comprometido con el progreso de su entorno y consigo mismo fundamentalmente.

El proyecto de vida aparece entonces como la herramienta para emprender el sendero de lo que significa vivir conscientemente y entusiasta por lo que depara el futuro siempre incierto. Lo vocacional, estimados padres y colegas, va íntimamente ligado al esquema mental, espiritual y social de cada quien, en relación a un interés o habilidad desarrollada en el transitar de la vida y sentirla intensamente. Nuestros niños y jóvenes de hoy se encuentran desorientados muchas de las veces para continuar estudios que le permitan la llave exitosa de proseguir bien en una universidad o en un trabajo formal. Los docentes creen que esa decisión debe darse en el último año de educación diversificada y ya sería demasiado tarde tal vez para descubrir "qué desea hacer de grande" pues el "ser" debería estar garantizado y en estos tiempos no se perdona la dubitación en un aspecto del que todos somos partícipes y hasta modelos de ejercicio laboral.

"El mundo es de Dios y lo alquila a los valientes" reza un anónimo, y ser un ciudadano comprometido, de elevada moral y ética conlleva, desde la trinchera de nuestra labor profesional, a la construcción de una sociedad de valientes por la obtención del bienestar y felicidad, a la que todos estamos ganados.

Artículo Publicado en el Año 2010, Abril. 


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